¿Molesta que el Betis viva en las alturas?

TODO en la tabla se está constriñendo; por arriba, por el medio y por abajo se acortan las distancias, nadie regala nada y tengamos por seguro que el interés del tramo final de esta Liga está asegurado. Incluso ya no parece un imposible que el Madrid le toque los costados al Barça en esa Liga que ambos pleitean en rigurosa exclusividad. De todas formas parece lo más definido ahora que estamos a diez fechas de que se arríe el telón. 

En la cosa doméstica tocó cal para el Sevilla y arena para un Betis que sigue siendo víctima propiciatoria del estamento arbitral, que hay que ver el trabajito que cuesta estar arriba siendo del Betis. Un asturiano de aspecto repulsivo le arruinó la noche junto al Turia mediante una labor que algunos hasta han calificado de prevaricadora. Hasta partiendo de la premisa que es lo difícil que resulta arbitrar no entran en cabeza humana los desmanes sufridos por el Betis en Mestalla.

El dato objetivo de sólo dos penaltis a favor en esta Liga después de casi toda la anterior sin uno solo podría dar para un pliego de descargo debidamente fundamentado, pero es que eso de haber sido penalizado con dos que ocurrieron fuera del área es para pensar mal. Afortunadamente, el equipo ha dado la talla en el campo y ni siquiera esas incomprensibles arbitrariedades han podido doblegarlo del todo. Y es que, a falta de muchas jornadas, ya el objetivo estaba cumplido. 

                                                                                                                              LUIS CARLOS PERIS